Hace unos días, en un grupo de facebook, HABLANDO EN ARTE, surgió una polémica con respecto a esta pieza de la artista Fernanda Gomes. Muy pocos de los 432 comentarios dijeron que era arte, sin embargo, lo que sí consiguió esta obra es abrir un debate, provocar, escandalizar… esto es la polémica del arte.
En mi opinión pienso que el arte debe causar algún tipo de emoción, de sensación, sea buena o mala.
En mi trayectoria por intentar comprender el arte me he dado cuenta que el arte no es sólo belleza, arte es aquello que te despierta los sentidos, hace temblar tu mundo interior y desequilibra todo lo que creías tener claro… y yo creo que esta madera con ese clavo en el lugar donde están puestos, lo consiguen, desde luego no deja indiferente a nadie.
Creo que todo depende de cómo lo asumamos y cuál es el concepto que tengamos del arte propiamente dicho. La simpleza de una pieza u obra no le resta categoría. El valor se lo da el observador, el que la contempla, y cada uno de nosotros valoramos lo artístico con diferentes valores: unas por la técnica y la dificultad, otras por el mensaje que encierra y otros probablemente por la estética.
Pero… ¿qué obras han causado polémica, sido censuradas o escandalizado a lo largo de los tiempos?
El arte siempre ha tenido problemas a la hora de expresarse. Ejemplos claros de esta censura son:
La Capilla Brancacci (siglo XV)
Iglesia de Santa María del Carmine de Florencia que fue decorada en el siglo XV con frescos realizados por Masaccio y Masolino da Panicale.
La polémica
En estas pinturas se podía ver una escena en la que Adán y Eva aparecían completamente desnudos siendo expulsados del paraíso. Por ello, en el siglo XVII las partes sexuales de estos dos personajes fueron cubiertas con ramajes.
De todas formas, actualmente, gracias a una restauración, han sido eliminados los inoportunos ramajes y se puede apreciar la obra tal y como a mediados del Quattrocento fue pintada.
Detalle del antes y el después la Capilla Brancacci
El Juicio Final, de Miguel Ángel (siglo XVI)
En 1535, el Papa Pablo III encargó al artista Miguel Ángel que pintara el fresco más grande jamás creado. El Pontífice le indicó el tema que debía tratar: El Juicio Final, inspirado en el Apocalipsis para lograr la tarea Miguel Ángel tuvo que pintar encima de otros frescos pintados por Perugino y eso YA fue objeto de numerosas críticas.
La polémica
Miguel Ángel representó en él numerosos desnudos, lo que constituía un escándalo tratándose de un lugar de culto, e incluso Miguel Ángel fue acusado de herejía por la obscenidad.
En 1564 Danielle di Volterra fue encargado por el papa Pío IV para cubrir “las vergüenzas” de los personajes. Éste, al parecer, cumplió su cometido dibujando delicados velos y sutiles prendas sobre las figuras para tapar sus partes íntimas.
Pero a finales del siglo XX, estos elementos fueron eliminados, dejando de nuevo al descubierto la versión original de Miguel Ángel.
Detalle del Juicio Final de la Capilla Sixtina, en el Vaticano. Obra realizada por Miguel Ángel
La Maja Desnuda de Francisco de Goya (finales del siglo XVIII)
En la España de la Inquisición resultaba raro y hasta algo peligroso pintar a una mujer desnuda, pero Goya (1746–1828) no era una persona que se intimidara con facilidad y decidió pintar uno de sus óleos sobre lienzo más famosos, La maja desnuda.
Un desnudo, incluso un desnudo a carboncillo, no parece ser una cosa tan controversial, pero en 1793, esta obra del pintor español Francisco de Goya fue completamente impactante.
Retratando la figura yacente de una mujer desnuda sobre un sofá verde de almohada, La Maja Desnuda indignó al público debido a la expresión sin complejos de la joven, que miraba descaradamente al espectador, no desviando la mirada como era común en la época.
En el próximo post seguiremos hablando sobre las obras más polémicas del siglo XIX y XX.
Si tienes alguna sugerencia sobre un tema que quieres que tratemos en este blog, déjame un comentario y lo intentaré.